Artistas nacionales (II): Enrique Bunbury
- Marta Alfonso
- 20 abr 2018
- 2 Min. de lectura
El 11 de agosto de 1967 nacía en Zaragoza Enrique Ortiz de Landazuri. Enrique vino al mundo en una familia de la burguesía zaragozana y muy pronto mostró sus inquietudes musicales. El origen del su nombre artístico de una cita literaria de Oscar Wilde.

Con tan solo 14 años ya frecuentaba los ambientes musicales de la capital aragonesa y en 1981 debutó sobre las tablas de un escenario con Apocalipsis. Un año más tarde, en 1982, se enroló en un pequeño grupo estudiantil llamado Rebel Walt tocando la batería. Tras abandonar esta banda pasó a formar parte de Proceso Entrópico con el que se presentó al festival de rock que organizó el Ayuntamiento de Zaragoza. En 1984 Enrique comienza una nueva aventura en Zumo de Vidrio, el grupo de Juan Valdivia y su hermano, y deja el bajo para dedicarse a la voz. En 1985 Zumo de Vidrio pasa a mejor vida y se forma Héroes del Silencio. Además debido a su amistad con Santi Rex, Enrique pasa a formar parte de Niños de Brasil grupo al que arrastra a otros componentes de Héroes. Pero esta situación dura poco tiempo y Enrique deja el grupo de Santi Rex para dedicarse en exclusiva a Héroes.

El trabajo bien hecho comienza a dar sus frutos y tras su primer trabajo, El Mar que no cesa uno de los mejores discos debut de la música española, Héroes se ve inmerso en el huracán de la fama y el éxito. Muy pronto se convierten en un grupo de culto y comienzan a tener repercusión incluso fuera de nuestras fronteras. Tras una carrera discográfica en la que se encuentran algunas joyas como Maldito Duende, Avalancha, La chispa adecuada, el grupo decide poner el punto y final y Enrique comienza su etapa en solitario. La trayectoria solista del cantante a diferencia de Héroes del Silencio ha sido muy diferente en cuanto al sonido musical, manteniendo la esencia del rock, llegando a experimentar varios ritmos desde música electrónica y música árabe en los primeros tiempos, pasando por música de cabaret, rancheras, blues, flamenco y tangos, hasta salsa, milongas, boleros y cumbias en uno de sus últimos trabajos donde homenajea a América Latina.
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